“Las piedras bajo el agua” es una primera selección de poemas
escritos entre 1976 y 1992, editada por el Grupo Editor Latinoamericano (Colección
Escritura de Hoy) en 1992. Entonces, la autora firmaba Alina Molinari.
Ilustración de tapa: Enrique Aguirrezabala
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“Las piedras están ahí. El agua nunca está, consiste en no
ser, en dejar de ser.
El tema es la permanencia. En realidad, la ilusión de
permanencia. Porque tampoco las piedras están si Alina Molinari las
contempla desde la fugacidad fluida del tiempo, en realidad la única realidad.
Ese no es asible desde el concepto discursivo.
Solo la poesía puede acercarse a la disolución de las
piedras y a la constitución del agua.
Alina Molinari capta en su malla de versos, pulidos como los
cristales de Spinoza soñados por Borges en un famoso soneto, el claro laberinto
que el tiempo va componiendo en emergencias de voces sueltas que, sin embargo,
en la trama del revés, diseñan un universo de expectativa, de vibración, de
mística pasión contenida en la diapasón de un intelecto insobornable.
Versos que se fueron escribiendo durante veinte años
sucesivos.
Cuando la poesía es, alguien escribe lo que ella
inscribe en la carne en trance de espíritu.
Todo está aquí, el pluriverso del universo.
Acendrado, diáfano.
El habla es el tapiz / en el que vamos tejiendo / nuestra
identidad, dice la autora.
Todos hablamos. En el principio fue el Logos, la
Palabra. El habla es la textura del ser, enseña Heidegger. Ahí está el
habla, como está la piedra. Pero solo los poetas –y esto lo derivo de Octavio
Paz- son capaces de arrancar peras al olmo.
Alina Molinari es poeta: Escribo lentamente / pienso
lentamente / no lo puedo evitar.
Una vida lenta dentro de una vida rauda, corriente como el
agua. La piedra es el agua decantada. El arte de la poesía se
mezcla en Alina Molinari por su afición –estudio, saber, análisis- por las
artes plásticas, en calidad de crítica, ensayista, investigadora en el país y
en importantes ciudades del exterior. Tiene una hermosa sonrisa y ojos claros.”
Jaime Barylko
Dos de los cincuenta y cinco poemas que componen “Las piedras bajo el agua”:
Palabras
que me lleven
al sentido oculto
de las cosas
que expliquen
el porqué
y el cuándo
que dibujen
imágenes
en la retina
quisiera
ruego me sea dado
el don de la palabra
***
Las piedras bajo el agua
que corre
son la materia orgánica
que el tiempo ha trabajado
memoria neutra y opaca
de la historia
lo opaco
es el modo reflexivo
de apreciar la luz.
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