martes, 12 de noviembre de 2013

Bocetos: Jane Brodie, Silvana Lacarra y Mónica Van Asperen

Texto para el catálogo de la muestra en el BAC -British Arts Centre- julio 2000.

Bocetos[1]

Jane Brodie, Silvana Lacarra y Mónica Van Asperen

Tres mujeres:  tres artistas con distinta formación académica. A través de varias visitas recorrieron el BAC, el Guggenheim con escaleras,  como lo llamó "ramona" irónicamente, para captar la energía del lugar. Se sentaron en el  piso de la salita de video a discutir sus opciones. En cada visita descubrieron nuevas posibilidades y nuevas limitaciones. Finalmente el proyecto se armó. Como dijo Mónica Van Asperen,  comprendieron la economía del terreno. Entendieron la ecuación entre la arquitectura y la materialidad de sus trabajos, el equilibrio entre esfuerzo y resultado.

Jane Brodie explora mentalmente todos los aspectos de su proyecto, diseñándolo y rediseñándolo en su imaginación una y otra vez, agotando su ansiedad en este ejercicio abstracto. Una vez que decide que es lo que quiere hacer,  pone en práctica su idea sin detenerse. Su obra, una mancha negra de silicona disparada sobre la pared con una pistola de uso industrial,  violenta la pureza del tono crema de la pared,  establece un diálogo con las  manchas de la alfombra -las huellas descuidadas de visitantes anteriores- y refuerza y discute la invasión de la construcción  de Van Asperen.  Brodie concentra su atención sobre la pared como si esta fuese una hoja de papel para ignorar la arquitectura del lugar.  Esta indiferencia aparente es también una forma de énfasis.

Silvana Lacarra cortó con un taladro las líneas que fue trazando a lo largo de las tablas que ha elegido para armar su obra. Este trabajo  le exige fuerza física y  precisión. Fuerza para controlar el recorrido de la mecha que va dibujando en senderos sinuosos o más tensos,  y precisión para evitar que la herramienta se desplace y la hiera. Un descuido puede causarle una herida peligrosa. Es un juego entre lo esforzado de la ejecución y el refinamiento del resultado. Una metáfora de como el esfuerzo visceral y devastador que implica ser mujer se puede convertir en ternura seductora. El tono contenido de su trabajo terminado disimula la vitalidad y el vigor en  los que arraiga el proceso creativo.

El trabajo de Van Asperen consiste en hojas de papel dobladas en cinco pliegues irregulares, unidas unas a otras por agujas de tejer de metal. Esta acumulación dinámica, suerte de repetición mántrica, transforma la violencia de la herida infligida en el papel por las agujas en una construcción estética compleja. Los papeles doblados y entretejidos parecen a  punto de levantar vuelo. Los puntos de metal que asoman entre un módulo y otro captan la luz, agregándole  tensión a la obra. La resolución de la imagen está entre la evolución y la involución de la energía, entre un orden interno y la entropía, y refiere al recuerdo persistente de una bandada de golondrinas alejándose.      

Las tres artistas se han  puesto de acuerdo para después disentir con las conclusiones a las que habían  llegado.   A medida que se iba  profundizando el análisis de los conceptos se iban modificando  las conclusiones.   Para hacer justicia a la evolución de su pensamiento, creativa y enérgica,  deberíamos haber escrito este texto sobre un soporte digital.
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                                                                                                              Alina Tortosa
                                                                                                              Curadora BAC
                                                                                                              Buenos Aires  junio 2000




[1] Boceto:  1 Ensayo previo a la realización de una obra de  arte.   2 Esbozo, rasgos principales de  un proyecto, de una idea, de un artículo. (Gran Diccionario de la Lengua Española / Larouse)

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