José Risso expone fotografías de ombúes
Por Alina Tortosa
arte.elpais.com.uy
”Recorrí
caminos vecinales y senderos, a veces sin saber adónde desembocaban, explica
José Risso”. El autor recorre el país con su auto, luego camina y penetra en
diversos lugares del campo hasta que encuentra lo que le llama más la atención.
Estudia texturas y luces de la campaña. Trabaja en forma contemplativa sin
apresurarse. No tiene apremios. Prefiere averiguar la naturaleza de los
elementos que ve. Lo hace con las pausas necesarias, en sosiego, con calma.
Explica:”me ha pasado recorrer cuatrocientos kilómetros y no encontrar un
motivo de esa serie (árboles) para fotografiar”. También escribe:” Los ombúes,
según la época del año van variando su aspecto, frondoso o desprovisto
totalmente de hojas, a veces el mismo árbol fotografiado en diferentes
estaciones, parece dos árboles distintos”
Así va
descubriendo en la campaña uruguaya especies autóctonas, las fotografía y a
través de esas tomas subraya la identidad uruguaya, tesauriza el valor de lo
nuestro, y enaltece el patrimonio nacional en lo que refiere a la naturaleza.
El artista tiene un vínculo intenso con la campiña y en particular con el ombú
que tanto nos identifica.
Sus tomas son
severas, graves, adustas, tanto en el riguroso blanco y negro como en las
convincentes ausencias que hablan de una realidad de soledades , silencios,
melancolías y aislamientos. Con este texto, que es el segundo sobre el
autor que Alina Tortosa escribe para ARTE se presenta en la revista la muestra
de este original fotógrafo. Alicia Haber
En blanco y
negro
La Galería del
Paseo, fuertemente comprometida con el arte contemporáneo y los artistas
que representa, inaugura el 18 de enero fotos de José Risso Florio en el
Galpón del Molino en Pueblo Garzón, curada por quien escribe.
Hoy todos
sacamos fotos, la técnica digital ayuda: las imágenes son claras, la luz se
ajusta espontáneamente, los colores se dan bien. Pero nada suple la
mirada del artista fotógrafo. El artista ve lo que los demás pasan
por alto, que no es necesariamente lo llamativo o lo dramático
José Risso
Florio recorre la campaña uruguaya en busca de estímulos visuales. Sus
fotos de antiguos asentamientos rurales, cementerios abandonados o estaciones
de tren en desuso, son parte de la historia visual de un Uruguay entrañable, al
que quizá no hayamos accedido por distracción o por apuro. Esta serie de
ombúes, que ya hemos mostrado en el Museo Zorrilla en 2011, ilustra un ícono de
los campos de la región, celebrado antes por autores como Pedro Figari y
Nicolás García Uriburu.
Phytolacca
dioica es su nombre científico. Ombú surge de una voz guaraní que significa
sombra o bulto oscuro. Se lo llama también bellasombra. Aún no nos
queda claro si es un árbol, un arbusto o una hierba gigante. Lo que no se
discute son sus capacidades de sombra durante el día y de refugio de las
inclemencias del tiempo. Su tronco o tallo acumula grandes cantidades de
agua que le permite sobrevivir en entornos de poca lluvia, y es inmune a la mayoría
de los insectos.
Las fotos que se exponen aquí de José Risso Florio son
analógicas. Su continua preocupación por el revelado y la calidad de la
impresión de sus fotos lo llevaron el año pasado a Bariloche, a tomar un curso
avanzado de revelado y copiado sobre papel fibra en la Escuela de Fotografía,
que dirige Diego Ortiz Mujica.
Si bien el
estudio del efecto de la luz sobre los temas elegidos, su concentración
en los tonos que van del blanco al negro, pasando por las múltiples tonalidades
de gris, fueron una constante en su trabajo anterior, entendemos que estos
estudios últimos le agregan otra dimensión a su obra.
En blanco y
negro, sobre papel fibra, las últimas fotos copiadas por José Risso Florio en
su laboratorio, entran en la categoría de Fine Art.
Blanco y negro
estará expuesta hasta el 24 de enero inclusive.
Exposición de José Risso
Blanco y Negro
Galería del Paseo
Manantiales
Galería del Paseo
Manantiales
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